El inmigrante
Ahora que la lluvia cae y pesa
como un manto de pájaros sin nido
y llevo el corazón alicaído
en las fauces del miedo siendo presa.
Ahora que la vida me confiesa
que soy un inmigrante, un oprimido,
mientras camino, triste y afligido,
entre las sombras de la noche espesa.
Tus ojos se reflejan en la espuma
de los charcos en tersa consonancia;
el cielo con su llanto se desdora.
Mis pasos se disuelven en la bruma
como estrellas sin luz en la distancia….
!Y más te extraño! ¡Más te amo ahora!
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