Si la muerte llegara…
Si la muerte llegara a tocar en tu puerta
con su puño errabundo, desangelado y frío,
como de pronto cae en el alba el rocío
o se borran las huellas en la playa desierta.
Piensa que en otra vida esta vida despierta,
que mayor es la fuerza y mayor es el brío
con que fluyen las aguas de tan suntuoso río
para multiplicar el vergel de otra huerta.
No dejes que las lágrimas, el llanto y el sollozo,
asemejen a aves que, con sus alas rotas,
escapan de las ramas del árbol que se trunca.
No dejes que el dolor, la tristeza y su pozo,
tengan profundidades abismales e ignotas.
Y no digas adiós… adiós no digas nunca.
Si la muerte llegara a tocar en tu puerta
con su puño errabundo, desangelado y frío,
como de pronto cae en el alba el rocío
o se borran las huellas en la playa desierta.
Piensa que en otra vida esta vida despierta,
que mayor es la fuerza y mayor es el brío
con que fluyen las aguas de tan suntuoso río
para multiplicar el vergel de otra huerta.
No dejes que las lágrimas, el llanto y el sollozo,
asemejen a aves que, con sus alas rotas,
escapan de las ramas del árbol que se trunca.
No dejes que el dolor, la tristeza y su pozo,
tengan profundidades abismales e ignotas.
Y no digas adiós… adiós no digas nunca.
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