jueves, 7 de noviembre de 2013

Tu dulce compañía (Soneto)


Tu dulce compañía

No importa si es de noche o es de día,
si llueve, truena, nieva o se hace tarde,
a todas horas en mi pecho arde
como una roja llama la alegría.

¡Mi candorosa amada, niña mía!
Pese a que entre mis brazos te resguarde
hasta en mi propia sombra muestro alarde
si camino en tu dulce compañía.

¡Ah, percibir el mágico embeleso
que vaga por el viento en un suspiro!
¡Ah, pasear feliz y enamorado!

Por eso más te quiero, más te beso,
por eso más te amo, más te miro,
y te aprieto y te ciño a mi costado.



El inmigrante (Soneto)


El inmigrante

Ahora que la lluvia cae y pesa
como un manto de pájaros sin nido
y llevo el corazón alicaído
en las fauces del miedo siendo presa.

Ahora que la vida me confiesa
que soy un inmigrante, un oprimido,
mientras camino, triste y afligido,
entre las sombras de la noche espesa.

Tus ojos se reflejan en la espuma 
de los charcos en tersa consonancia;
el cielo con su llanto se desdora.

Mis pasos se disuelven en la bruma
como estrellas sin luz en la distancia….
!Y más te extraño! ¡Más te amo ahora!