jueves, 7 de noviembre de 2013

Tu dulce compañía (Soneto)


Tu dulce compañía

No importa si es de noche o es de día,
si llueve, truena, nieva o se hace tarde,
a todas horas en mi pecho arde
como una roja llama la alegría.

¡Mi candorosa amada, niña mía!
Pese a que entre mis brazos te resguarde
hasta en mi propia sombra muestro alarde
si camino en tu dulce compañía.

¡Ah, percibir el mágico embeleso
que vaga por el viento en un suspiro!
¡Ah, pasear feliz y enamorado!

Por eso más te quiero, más te beso,
por eso más te amo, más te miro,
y te aprieto y te ciño a mi costado.



El inmigrante (Soneto)


El inmigrante

Ahora que la lluvia cae y pesa
como un manto de pájaros sin nido
y llevo el corazón alicaído
en las fauces del miedo siendo presa.

Ahora que la vida me confiesa
que soy un inmigrante, un oprimido,
mientras camino, triste y afligido,
entre las sombras de la noche espesa.

Tus ojos se reflejan en la espuma 
de los charcos en tersa consonancia;
el cielo con su llanto se desdora.

Mis pasos se disuelven en la bruma
como estrellas sin luz en la distancia….
!Y más te extraño! ¡Más te amo ahora!


lunes, 28 de octubre de 2013

Quién fuera el viento... (Soneto)


Quién fuera el viento...

Quién fuera el viento, sus gentiles manos
que como niños juegan con tu pelo,
el viento que es la música del cielo
y hace mirar tus pasos más livianos.

El viento que con mimos cotidianos
se ha ganado tu aliento, su consuelo, 
el viento que se lleva en su pañuelo
tu perfume de eléctricos veranos.

Quién fuera el aura, la rebelde brisa
que lentamente vaga por tu espalda
y ciñe tu cintura, petulante,

o el vendaval violento que con prisa
quiere arrancarte de un tirón la falda
con el febril deseo de un amante.


jueves, 24 de octubre de 2013

Luna de Octubre (Soneto)


Luna de Octubre

Tiza del cielo, faro de la mar,
beduina del desierto, cuenta pura,
grácil doncella, mágica criatura,
vaso de leche para el bien soñar.

Se embelesan los lobos con tu andar,
ambicionan los hombres tu ventura,
envidian las mujeres tu hermosura,
te ofrecen los juglares su cantar.

¡Es de noche, es octubre y es otoño!
Emperatriz de trono deslumbrante,
despeinas mi alma con tu blanco mimo.

Como una tierna madre y su retoño,
me arrullas en tu pecho, rozagante,
y te escribo estos versos y los rimo.


El sueño de las rosas (Soneto)


El sueño de las rosas

Que nada turbe el sueño de las rosas 
que duermen en tus pechos; ni el aliento
del rocío y sus perlas vaporosas,
ni una chispa de sol, ni un haz de viento.

Que aguarden en sus nichos, fervorosas,
y encuentren en tu sangre su cimiento
como en el elixir las mariposas,
como los astros en el firmamento.

Nada turbe su calma, su soñar,
nada seque su tierra, tibia y bruna;
ni caiga un rojo pétalo prolijo.

Que sólo se despierten al mirar
la figura argentada de una cuna
y en ella el llanto ávido de un hijo.


A la sombra de un sauce ... (Soneto)


A la sombra de un sauce ...

A la sombra de un sauce en la meseta,
mi corazón que aún no cicatriza
se desfigura en lívida ceniza,
esperando que el viento la arremeta.

Mi alma se siente sola e incompleta,
mi cuerpo sólo es piedra quebradiza,
el llanto por mis ojos se desliza
y se abate en el suelo mi silueta.

El canto de los grillos me estremece,
las sombras con su mórbida dulzura
me llevan hacia el limbo con horror.

¡La luna entre las nubes palidece
y me percato, lleno de amargura,
cuánto duele la ausencia de tu amor!


martes, 22 de octubre de 2013

Los amantes (Soneto)


Los amantes

Uno a uno resbalan los vestidos, 
en la piel arden cósmicas hogueras,
los labios dejan libres a sus fieras,
se transforman en vino los sentidos.

Dos cuerpos se confunden, aguerridos,
se despeinan las pulcras cabelleras,
en una guerra luchan las caderas,
a un ritmo se acompasan los latidos...

¡Vida y muerte se juntan en un trecho:
los músculos se sienten conquistados;
las almas invencibles y triunfantes!

Una perenne calma inunda el lecho
y uno al lado del otro, fatigados,
tiernamente se miran los amantes.


miércoles, 9 de octubre de 2013

A la luz de las velas... (Soneto alejandrino)


A la luz de las velas...

¡Se ha ido la corriente, todo queda apagado!
Algo te hace saltar de modo repentino,
rebuscas el mechero como un ágil felino,
vas hacia la alacena, tanteas cada lado….

A la luz de las velas las ropas te he quitado,
andando por tu cuerpo como por un camino
con múltiples senderos a un único destino,
donde siempre me encauzo, sediento y alentado.

Sólo la luna alumbra los lúgubres paisajes...
Enclavo mi mirada en tu dulce mirada,
se avivan las caricias, se elevan nuestros besos.

Fundidos en la cama somos lobos salvajes,
tensamos cada músculo, la feroz dentellada,
devoramos la carne hasta dejar los huesos.



Viendo pasar las nubes... (Soneto alejandrino)


Viendo pasar las nubes...

Viendo pasar las nubes una tarde de enero,
nubes que se asemejan a palacios bruñidos,
a deformes gigantes, a planetas henchidos,
a mimosos gorriones al borde del alero...

Viendo pasar las nubes, su concierto viajero,
lejanas y distantes como sueños perdidos,
robustas y esponjosas como gatos dormidos,
errantes como el hombre sin ningún paradero.

Las nubes que son tímidos y sonrientes querubes,
calendarios del aire, corderos sin reposo,
arrumacos del cielo, poesías del agua.

Recostado en la hierba miro pasar las nubes,
ensombreciendo el campo con su arpegio sedoso,
navegando en mis ojos con su grácil piragua.


lunes, 30 de septiembre de 2013

El patio negro (Verso libre)


El patio negro

La tarde inunda el patio negro.
Fresca se muestra la melancolía
entre muros de presagios sofocados.
Se abre un cielo impoluto
que dialoga con anónimos fantasmas
(esfinges de un presente diurno
mirando las sombras distantes).

Los pájaros que se van, que huyen,
son los tiestos en las ruinas:
pensamientos tan dispersos y separados
como antiguas y jadeantes inquietudes.

Una concubina errante es el sol.
Sumerge en un acuario de estatuas
a la cenicienta soledad del mundo,
funde a la máscara de la promesa
en el pálido y turbio rostro de nadie.

Nada vuelve. Nada regresa.
Todo permanece igual, simple e igual.
Excepto, nosotros: las hojas sin árbol
que sólo el viento arremolina.


Otros mundos (Soneto)


Otros mundos

¿Qué soledad abruma al alto cielo
cuando sabio el mirar viste su oro
y, creyéndolo trémulo tesoro,
hacia él se levanta airoso vuelo?

¿Sobre qué ocultos astros está el velo
del sueño que, cual claro meteoro,
a la vida despoja de su esporo
y lo lleva a creer en otro suelo?

¿Será que extraños ojos, errabundos,
ante lo inmenso de una noche oscura,
contemplan con vigor la misma escena?

¿Es que habrá  grandes y lejanos mundos,
llenos de vida, vida sin mesura,
como en las playas, granos hay de arena?



Abatimiento (Soneto alejandrino)


Abatimiento

Bajo la luz pajiza que da la luna llena,
al eco de mis pasos, al ulular del viento,
la ciudad me cobija en pleno abatimiento
y se prenda la noche de mi carne morena.

Hay un mar en mi pecho y nada lo serena.
El amor vaga, huye, con impulso violento
por calles y callejas de un suelo polvoriento
cual potro desbocado que agita su melena.

Como una hoja en blanco es lo que soy y he sido,
como un río sin cauce traspone mi alma oscura
en el frío silencio su azul melancolía.

¡Ay de quienes despiertan en un mundo dormido!
¡Ay de quienes insomnes caminan con locura
y regurgitan versos de triste poesía!


martes, 24 de septiembre de 2013

Mujer, tus senos... (Soneto)


Mujer, tus senos...

Mujer, tus senos como dos cerezos
de roja pirotecnia en sus vaivenes,
por su propia justicia son rehenes
del lírico preludio de mis besos.

Conjuro en ellos lúbricos excesos,
la equidistancia mido de sus sienes,
fundo en sus combas a mis vastos bienes,
prólogos y epitafios dejo impresos.

Cúmpleme con tus cúspides el gusto
de visitar el cielo y sus rincones,
el sueño de morir y renacer.


¡Pero dime si escodes en tu busto
un amor que endurece tus pezones
o un corazón en llamas de placer!


lunes, 23 de septiembre de 2013

L'amour (Soneto)


L'amour

"L'amour est un oiseau rebelle..."

Poco a poco descorro las cortinas...
Un sol travieso vaga por la estancia,
la inmensa Torre Eiffel en la distancia,
engalana las calles parisinas.

La imagen de tu cuerpo en mis retinas,
imponente rezuma exuberancia,
en todo el aire flota tu fragancia
como un ave entre nubes peregrinas.

 ¡Ah, todo el tiempo me es insuficiente
para mirarte, alegre y lisonjero,
sobre las sábanas cual albo copo!

Paso a paso me acerco lentamente…
Y más crece mi amor y más te quiero,
mientras en calma duermes y te arropo.




miércoles, 11 de septiembre de 2013

Idilio (Soneto)


Idilio

Un grupo de gorriones vuela al cielo,
huye la tarde, pálida y sumisa,
el viento nos despeina con su brisa
como una llama derritiendo el hielo.

El manto de la hierba, su consuelo,
abriga nuestros cuerpos y su prisa,
siendo un tozudo guardia que precisa
nuestras ropas regadas por el suelo.

En tu interior resuenan mil espadas,
con mis brazos rodeo tu cintura;
me invitas a que plácido me adentre.


La luna nos acecha a dentelladas...
¡Con los besos que crezca la negrura
y entre las sombras nadie nos encuentre!


jueves, 5 de septiembre de 2013

Lunares (Soneto)


Lunares

Me los sé de memoria, beso a beso,
caricia tras caricia, los reclamo,
al recorrer tu cuerpo, tramo a tramo,
como una ida y vuelta de regreso.

Son gotitas de vino, de embeleso,
amulatadas rosas en un ramo,
erógenos ovillos de un recamo,
aquí y allá los signos de un impreso.

¡Ah, tu cuerpo es un cielo, un pentagrama,
lo abrillantan sus astros circulares,
lo engalanan sus notas en tropel!

Amor mío, recuéstate en la cama
y déjame que cuente los lunares
en la tersa blancura de tu piel.



miércoles, 4 de septiembre de 2013

Aun entre espesas corolas... (Décimas)


Aun entre espesas corolas...

Aun entre espesas corolas,
aun entre el trigo del día,
con la ciega rebeldía
de rebeldes amapolas,
fueron mis palabras solas
creciendo como un cantar.
En la cuna del soñar,
en el arrullo del sueño,
creyéndome yo su dueño
querían de mí volar.

Así se fueron del suelo,
igual que el sol de la vera,
pasando toda frontera,
sólo llevando un anhelo.
Querían ser en el cielo
como la estrella y su lira,
como el astro que suspira
desde el espacio distante,
como la Tierra danzante
cuando gira, gira, gira.

De nadie son estos versos,
de nadie es la poesía,
es tal su pura osadía
que son claveles dispersos,
aun sobre los labios tersos
son gorriones sin hogar.
Los versos son el azar
que nos guía a los caminos.
Los poetas son marinos
que se pierden en la mar.


lunes, 2 de septiembre de 2013

Te soñé despierto... (Soneto alejandrino)


Te soñé despierto…

Ah, te soñé  despierto, te llamé sin fortuna,  
en las lúgubres noches, en las mañanas claras,  
aun si el sol eclipsaba mis risas y algazaras,
aun si mis tristes lágrimas ardían con la luna.
 
Yo te escribí mis versos con el dolor que acuna 
el alma de un poeta, un alma con escaras,
te busqué entre la gente, entre cientos de caras,
para saciar mi sed, para calmar mi hambruna.
 
¡Inolvidable el año! ¡Inolvidable el día!
Cuando miré tus ojos, cuando exclamé tu nombre,
supe que terminaba la espera de mi ser.
 
Poco después el tiempo nos lo confirmaría:
Que ha sido para amarte que nací como hombre
y  ha sido para amarme que naciste mujer.



jueves, 29 de agosto de 2013

Insomne (Verso blanco)


Insomne

Mi mente es una bestia que no sueña.

Pienso en ti, perla aprisionada,
como una risa que acallara el tiempo.

Por las calles sin nombre de la noche,
los rostros al igual que el agua
se enturbian con un halo desbordante,
marejadas de signos desgastados
se ocultan en las sombras y en el polvo.

La ciudad sólo calla.
Mil astros desgranados 
sollozan sobre el pecho de los dioses.

¡Gitana de mis versos, luna ausente
de mis cielos oscuros
que las nubes desdoblan como un canto!

Dime:
¿De dónde surge el escorpión insomne
que a mi sueño envenena
y hace bullir mi sangre como un abrevadero?

¿Qué misterios ocultan las aceras
donde tu tibia sombra se alarga al infinito?


martes, 27 de agosto de 2013

La araña (Soneto)


La araña

¡Oh, virtuosa hiladora entre doncellas,
en tus patas el pincho enardecido,
teje y reteje un diáfano vestido,
mientras calmas el hambre y sus querellas!

Tus fibras rivalizan con centellas,
en tu embrollo la noche se ha perdido, 
el viento es un acróbata bebido,
el tiempo corre al margen de tus huellas.

Tu bonanza vendrá con la mañana,
tu sosiego será recompensado
en la espiral etérea de tu rosca. 

Acudirás cual viuda parroquiana
a devorar el cuerpo embalsamado
de una desfalleciente y torpe mosca.



lunes, 26 de agosto de 2013

La casa en ruinas (Soneto)


La casa en ruinas

Nostálgico, recuerdo tu postura, 
la hiedra montaraz que te ceñía,
tu herrumbrosa y gastada anatomía,
los graffitis escritos con premura.

Recuerdo, inmemorial tu arquitectura,
el viento que a sus anchas se mecía,
la voz de tu entresijo que crujía,
tu calma tan perenne y tan oscura.

Nada queda, descanso en el camino…
¿Dónde están tus arañas residentes?
¿Dónde tus sabandijas ladronzuelas?

Implacable es el tiempo y el destino…
¿Dónde fueron tus sombras confidentes?
¿A dónde tus fantasmas centinelas?



La despedida (Soneto)


La despedida

Con el puñal dentro del pecho herido
y el corazón sangrando en mar abierto,
desconsolado sueño que despierto
en otro sueño sin haber dormido.

La vida se me va en cada latido.
Me voy, me voy; me marcho. Todo es cierto…
y si alguien te dijera que estoy muerto,
sepúltame en el tiempo y el olvido.

¡Qué nada, nada turbe tu postura!
Las ebrias olas borrarán las huellas
que mi paso moldeo en los alcores.

Entonces mirarás, con amargura,
en el cielo brillar nuevas estrellas
y otras tristes que apagan sus fulgores.

Prefiero un corazón... (Soneto)


Prefiero un corazón...

¿Para qué quiero un corazón maltrecho
que del suelo temblando se incorpore
y que cual ave triste, gima y llore,
apresado en la jaula de mi pecho?

¿Con qué razón, con qué banal derecho,
lo retengo convulso sin que aflore,
sin que no olvide, sin querer que ignore
el sabor de la afrenta y el despecho?

¿Para qué quiero el ánimo abatido,
la desazón, las ilusiones rotas,
ante un vigía parco y denigrante?

Prefiero un corazón enardecido
que a pesar de sus fallos y derrotas
aun con mayores bríos se levante.