Sueño de cristal
La noche te cobija con su manto.
Estás exhausta, ausente, ensimismada,
en charla íntima con la almohada,
eres puerta cerrada a cal y canto.
Dormida tienes el candor y encanto
de una fina princesa embelesada
que espera deseosa ser besada…
¡Y cuánto quiero yo besarte, cuánto!
Paso tras paso la distancia acorto;
pero desisto, quedo inmóvil, quieto,
sin transgredir un límite abisal.
Mejor te veo, te contemplo absorto,
solamente mirándote en secreto,
velando por tu sueño de cristal.
La noche te cobija con su manto.
Estás exhausta, ausente, ensimismada,
en charla íntima con la almohada,
eres puerta cerrada a cal y canto.
Dormida tienes el candor y encanto
de una fina princesa embelesada
que espera deseosa ser besada…
¡Y cuánto quiero yo besarte, cuánto!
Paso tras paso la distancia acorto;
pero desisto, quedo inmóvil, quieto,
sin transgredir un límite abisal.
Mejor te veo, te contemplo absorto,
solamente mirándote en secreto,
velando por tu sueño de cristal.
0 comentarios:
Publicar un comentario