Tal cual eres
Cuando te miro, miro al mar y al viento,
la inocencia del campo con sus flores,
la nieve en la montaña y sus albores,
la pureza del calmo firmamento.
No requieres tocado ni ornamento,
ni un vestido de heráldicos colores,
ni caro maquillaje ni rubores,
ni perfumarte con celoso tiento
¡Eres hermosa, hermosa, bienamada!
No necesitas de cristal o espejo,
mucho menos de vanos quehaceres.
Si prestas atención a mi mirada
te encontrarás desnuda en su reflejo
y verás que te amo tal cual eres.
Cuando te miro, miro al mar y al viento,
la inocencia del campo con sus flores,
la nieve en la montaña y sus albores,
la pureza del calmo firmamento.
No requieres tocado ni ornamento,
ni un vestido de heráldicos colores,
ni caro maquillaje ni rubores,
ni perfumarte con celoso tiento
¡Eres hermosa, hermosa, bienamada!
No necesitas de cristal o espejo,
mucho menos de vanos quehaceres.
Si prestas atención a mi mirada
te encontrarás desnuda en su reflejo
y verás que te amo tal cual eres.
0 comentarios:
Publicar un comentario